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viernes, 13 de diciembre de 2013

El Simbolismo de Carlos Schwabe



Carlos Schwabe: El anillo de Jade, 1907

Ya se ha hablado sobre el Simbolismo en otros lugares de este blog. No sólo fue la pintura la que reflejó y siguió los parámetros de esta corriente. También fue la literatura de la mano de autores como Baudelaire o Rimbaud, de Mallarmé o Verlaine, de Huysmans o de L'Isle- Adam. Lo racional se oponía de forma frontal al Simbolismo en el que todo era secreto, misterioso, espiritual, metafísico, onírico, místico y religioso.


 Carlos Schwabe: El destino, 1894


 Carlos Schwabe: Ángel de la muerte, 1919


Carlos Schwabe: El Dolor, 1893

Carlos Schwabe ( 1866-1926) pertenece a esta corriente. Nació en Alemania, pero su desarrollo vital tuvo lugar entre Ginebra y París. En su obra se puede rastrear además, la influencia de las estampas japonesas de Hokusai, del Modernismo y de los Prerrafaelitas. Incluso,  tuvo influencias de Durero.





Carlos Schwabe: Ángel de Esperanza, 1895


Carlos Schwabe: Lotte, 1908


Carlos Schwabe: Joven sosteniendo una esfera



Carlos Schwabe: Mujer sosteniendo una lira, 1905

Fundamentalmente de los Prerrafaelitas se observa su influencia en las composiciones ascendentes tan usuales en ellos (Burne-Jones) y en nuestro autor por ende. Por otro lado, Péladan le encargó la realización del cartel para el primer Salón Rose + Croix. Éste fue un personaje considerado fascinante en su época. Ocultista, hombre de letras fue un crítico de arte que revivió el rosacrucismo del siglo XV que tomaba ideas de la cábala y de la masonería. Schwabe realizó el cartel del primer salón pero no volvió a participar en las exposiciones rosacruz.



Carlos Schwabe: La Virgen de las Lilas, 1897




Carlos Schwabe: Cartel: Salón de la Rose + Croix, 1892
Este cartel se cubrió de celebridad al entenderse como precursor de la plenitud del Art Noveau
y específicamente influenciando a Alphonse Mucha



Carlos Schwabe: La mujer del laud


Es interesante conocer que Simbolismo y Surrealismo van de la mano. Uno no se entiende sin el otro. Uno decimonónico. El otro más contemporáneo. Pero ambos llenos de imágenes de poder y fuerza, de color y luz especiales, de detallismo en la creación de imágenes y mientras que en el primero son crueles a veces, el segundo se llena de representaciones poéticas y bellas figuras, en ocasiones. 


 Carlos Schwabe: Ilustración para " Las Flores del Mal" de Baudelaire, 1900


Carlos Schwabe: Ilustración para " Las Flores del Mal" de Baudelaire, 1900


Carlos Schwabe: Ilustración para " Las Flores del Mal" de Baudelaire, 1900
 El Alma del Vino

Carlos Schwabe:
Ilustración para " Las Flores del Mal" de Baudelaire, 1900

Schwabe, ilustró multitud de libros de los grandes escritores del momento : desde "El Sueño" de Émile Zola, a "Las Flores del Mal" de Baudelaire o "Pelléas y Melisande" de Maeterlinck. 


  Carlos Schwabe: para Émile Zola


 Carlos Schwabe:
Ilustración para " Las Flores del Mal" de Baudelaire, 1900


  Carlos Schwabe: La muerte y el sepulturero, 1890
Esta pintura está considerada su obra maestra

Una obra interesante y muy potente visualmente.



  Carlos Schwabe: autorretrato, 1900

Toda la obra gráfica ha sido extraída de Wikimedia Commons en donde encontraréis más  imágenes interesantes así como de esta página



jueves, 28 de agosto de 2014

Federico Beltrán Masses y el Color de los Dulces Sueños



Federico Beltrán Masses: Las Ibéricas, 1924

El color de los dulces sueños fue el azul , "el color simbólico por excelencia, inspirador de Rubén Darío y símbolo colorista del arte mallarmiano" (1) Además de las telas azules, los óleos de Federico Beltrán serán elegantes y realizados con una técnica perfecta. 


Federico Beltrán Masses: Oillets Rouges


Federico Beltrán Masses: Granadas, 1929

Federico Beltrán Masses ( 1885, Guaira de Melena, Cuba - 1949, Barcelona, España) se movió entre el Simbolismo en la captación de una mujer sensual y arrebatadora, el Modernismo y el Art Decó; entre la pintura de un Anglada Camarasa o un Sert, la paleta de un Sorolla ( que fue su maestro) o el barroquismo de un Zuloaga. En su obra nos muestra un mundo de lujo, de ostentación, de artificio, de mujeres que , vestidas con trajes sensuales o directamente desnudas, están cargadas de sensualidad y erotismo.


Federico Beltrán Masses


Federico Beltrán Masses: Uno para todas

 Hay en su obra también el tópico de la maja española pero renovada, ya que el deseo español tras el desastre de 1898 buscaba plasmar una nueva españolidad:  primero, adoptando las características del  simbolismo europeo del momento que la burguesía catalana, por ejemplo, va a utilizar para calmar sus ansias de modernidad y segundo, mezclando ese simbolismo, con las grandes corrientes nacionales como el tradicionalismo y el regionalismo. De ahí, el eclecticismo hispano (2)


 Federico Beltrán Masses: La Maja Maldita, 1918


Federico Beltrán Masses: Mujer con chal español, 1925


Federico Beltrán Masses: La Maja Marquesa, 1915

La exposición de esta obra ( La Maja Marquesa) fue un auténtico escándalo. Muchos fueron los textos a favor y en contra del cuadro en el que se observa una mujer desnuda entre otras dos vestidas. El crítico de arte José Francés escondido tras el seudónimo de Silvio Lago, personaje principal de La Quimera de Pardo Bazán, exaltará en sus artículos a Moreau, Beardsley, Burne-Jones o William Morris., pero también fue el que hizo la más encendida defensa de Beltrán en la revista La Esfera, el 2 de octubre de 1915 refiriéndose a la obra, a su obra total,  diciendo:

" ( La obra de Beltrán)...Es una exaltación de paganía y refinado intelectualismo. (...) Este joven maestro del arte español actual (...) nos libera de la vulgaridad cotidiana....Se le adivina la complacencia con que pinta y la deliciosa tortura con que piensa. (...) No parece un pintor español Ferderico Beltrán, pues no hallamos en él la tradición pesimista, seca, grave, austera- en el sentido de una austeridad enfermiza- que nos legaron nuestros pintores del siglo XVII, y que siguen considerando aún como únicas normas de belleza algunos de los artistas contemporáneos. (...) En Federico Beltrán se encuentra precisamente todo lo contrario: exaltación optimista, sensual complacencia de interepretar desnudos y paisajes espléndidos, y telas y joyas, y cielos encantados por la magia azul de las noches serenas".(3)


Federico Beltrán Masses: Salomé, 1932


 Federico Beltrán Masses: Tanagra, 1914


Federico Beltrán Masses: El Rubí, 1929

Sumemos a estos personajes que llenan sus telas a personajes que sostendrán iconografías de la literatura oriental, o de la mitología griega, de la Biblia. Cuando vaya a París y a Venecia la alta burguesía, las gentes procedentes del cine, de la aristocracia, querrán ser pintados por él, lo que lo hace entroncar directamente con el que fue considerado como el pintor de la jet set del momento, Kees van Dongen, de quien tenéis una entrada en este espacio referido al Fauvismo, o un poco más atrás en el tiempo el llamado " el pintor de las señoras" , Giovanni Boldini que pintó con exquisited a las damas de la alta sociedad de su tiempo.


Federico Beltrán Masses


 Federico Beltrán Masses: Lady Rothschild vestida de princesa egipcia


Federico Beltrán Masses: Marquesa Luisa Casatti, 1920
 

Federico Beltrán Masses: Lady Wellington Koo, 1934

Fue, pues, un cronista de la época y reyes como Alfonso XIII  o el rey Jorge VI de Inglaterra, los marajás de Kapurtala, actores o actrices- Rodolfo Valentino y Pola Negri o Joan Crawford -la marquesa Luisa Casatti,  fueron pintados por él, además de miembros de famosas sagas adineradas americanas como los Rothschild, los Morgan o los Forbes, así como lo miembros de los ballets rusos de Diaghilev y los escenarios de lejanas civilizaciones salidos de la pluma de Leon Bakst


Federico Beltrán Masses: Retrato de la bailarina Alicia Nikitina, 1929


 Federico Beltrán Masses: Valentino, el Halcón Negro, 1925


Federico Beltrán Masses: Pola Negri y Valentino

Finalmente, comentaremos que tuvo un éxito inmediato entre la alta sociedad, que comienza a viajar como se ha comentado, que lo equiparan a un nuevo Zuloaga o a un Goya y que como comenta Manuel Mujeriego, esa faceta de pintor de buenas relaciones, mercantilista, que tiene contactos y que conoce a lo más granado de la sociedad le siguió toda su vida. Sin embargo, también  aparecen las críticas en los años 20' en el que se habla de él como el pintor que muestra " la decadencia de la decadencia". (4)


Federico Beltrán Masses: Las Perlas, 1934

A finales de los años 40' , sus cuadros ya dejan de tener sentido en una España que está pergeñando el "Dau al Set", siendo sustentado por el régimen para mostrar al mundo la "modernidad" española. 


Federico Beltrán Masses en su estudio

"Pinta Federico Beltrán como si soñara después de amar la vida" (5)

La obra gráfica de esta entrada ha sido recabada de multitud de sitios en la red con el único deseo de mostrar la obra de este pintor.

Se recomienda la visita a su página : http://www.beltranmasses.com/

 En cuanto a las obras de referencia y las citas fundamentalmente se han  utilizado tres textos: 

-Cita nº 5- pág 22 en http://ddd.uab.cat/pub/llibres/1923/60008/fedbelmas_a1923.pdf      . Texto de José Francés sobre la obra de Beltrán que pertenece al depósito documental de la Universidad Autónoma de Barcelona.


Estupendo texto en línea al que pertenecen las citas: 

1- pag.8
2- pág.2-3
3- pág.20-21
4-pág.28- Crítica de José Carlos Mariategui

jueves, 19 de julio de 2012

El Curioso Simbolismo de Gustav Adolf Mossa.

Gustav Adolf Mossa: La Luna, 1912


 Nació, vivió y murió en Niza (1883-1971). Fue hijo de pintor, Alexis,quien influyó en la querencia que su hijo tuvo hacia el arte.Ambos llegaron a trabajar juntos en los carteles para el Carnaval de la ciudad que, contemporáneamente, se vió impulsado, precisamente, por los Mossa incluyendo cierta especificidad cargada de rasgos sorprendentes, fabulosos,espectaculares y acaso grotescos, con la creación de unas carrozas muy especiales.


Gustav Adolf Mossa: La Sirene Repue, 1905



Gustav Adolf Mossa: Faetus, 1905

Las raices del imaginario de Gustav Adolf Mossa se rastrean en el Simbolismo. De hecho, se le considera el último gran simbolista francés que, dando entrada en su obra a ciertas innovaciones, presagiaría ya el Surrealismo. Pero además su inspiración se encuentra en los autores Quattrocentistas,en el art Nouveau, en los Prerrafaelitas.


Gustav Adolf Mossa: Dalila s'amuse, 1905. 


Gustav Adolf Mossa: Judith, 1906


Gustav Adolf Mossa: Leda, 1906

Influído, como decimos, por su padre, fue acuarelista .La realización de paisajes, lo llevó desde un punto de vista técnico, a ser tremendamente preciso en el trazo y la composición. También con su padre viajó a Italia, lo que incidió en su formación y en el conocimiento de los grandes maestros.


Gustav Adolf Mossa: Suzanne et les vieillards, 1906.


Gustav Adolf Mossa: Bruges, La Morte, 1911


Gustav Adolf Mossa: Salomon, 1908

Su obra fue reconocida ya antes de la I guerra Mundial, sin embargo, y por decisión propia, fue ocultada y puesta al descubierto, de nuevo, tras su muerte en 1971. Las referencias literarias, la mitología, llenan sus telas, como no podría ser de otra manera, siguiendo la tradición simbolista. Recordemos que el Simbolismo surge como movimiento literario siendo el poeta Moréas el que firme el manifiesto en 1885, y aunque la figura fundamental será Huysmans,  simbolistas serán también Baudelaire, Mallarmé o Barbey d'Aurevilly. Al mismo tiempo, recurrentes en sus telas,  las figuras femeninas serán plasmadas como mujeres perversas, como la femme fatal que tanto gustó a estetas y decadentes de fin de siglo.


Gustav Adolf Mossa: Harpyie, 1907


Gustave Adolf Mossa: La Sphinge, 1907


Gustave Adolf Mossa: Eva Pandora, 1907


Gustav Adolf Mossa: Pierrot s'en va, 1906.


Nuestro autor fue llamado a filas en 1914, durante la I Guerra Mundial.  Herido y traumatizado por lo visto en Ypres deja de pintar para recuperar más tarde su producción artística pero con un tono, ya, más sombrío.

Gustave Adolf Mossa: Sourire Reims,1918


Gustave Adolf Mossa: Autorretrato

Toda la obra gráfica ha sido extraída de las siguientes páginas: aquí y aquí.

Para ver algunos de los carteles que los Mossa crearon para los Carnavales de Niza visitad esta página: aquí.

En cuanto al texto sobre el autor  hay poca bibliografía disponible al igual que poca información en la red. Os recomiendo la visita a la página del museo Félicien Rops y en concreto al comunicado de prensa realizado con ocasión de una exposición sobre él: aquí.