domingo, 22 de noviembre de 2020

El Solitario Otto Dix

 


 Stefan Moses: Otto Dix, 1964
"  Confía en tus Ojos". 

En 1925, el director de la galería municipal de Mannheim, G. F. Hartlaub, escogió el nombre de Neue Sachlichkeit ( Nueva Objetividad), para una exposición que recogió las obras de distintos artistas que tenían como única característica común, la inclinación hacia el realismo a la hora de pintar. Intentó hacer dos diferenciaciones: un ala derecha, o neoclasicista y el ala izquierda, denominada verista, con autores como Beckmann,  Grosz, Drexel, Scholz y otros.


Max Beckman

 En la entrada realizada en este blog sobre la obra de George Grosz, se da un contexto histórico-artístico para entender el surgimiento de esta " llamada al orden". De hecho, Grosz participó en la exposición y escribió un folleto, junto con otros autores, que tituló " El arte está en peligro", en el que se define como un luchador que pretendía hacer surgir una sociedad nueva a partir de la pintura. Esta tendencia criticaba su época, la del período de Entreguerras.. Y en este grupo estaba también, nuestro autor,  Otto Dix ( Gera, Alemania 1891- Singen, 1969) 


George Grosz 

Fue, dicen, el artista por excelencia de la Nueva Objetividad, aunque en sus principios trabajó siguiendo principios expresionistas, dadaístas y hasta se pueden rastrear, en determinadas obras, influencias futuristas.  Plasmó en ellas, la época que le tocó vivir, pero a través de la exploración de este nuevo estilo de pintura. Su obra sobre la I Guerra Mundial en la cual participó yendo como voluntario, muestra la brutalidad y el desgarro del enfrentamiento entre los dos bloques de países en alianzas, que dejó una Europa devastada y que produjo millones de muertos entre soldados y civiles. Realizó, de hecho, un ciclo de aguafuertes sobre esta guerra. 


Autorretrato como Marte, 1915


Jugador de billar, 1914



Tras la petición de armisticio por parte de Alemania y la desaparición del Imperio se estableció la República de Weimar que nació sin casi apoyos.  La realidad fue vivida de forma general como algo feo y negativo  y los cuadros de Dix dieron a sus contemporáneos, la deseada confirmación de sus vivencias de la fealdad de la realidad : la prostitución, la atmósfera de la gran ciudad, los tiempos de posguerra con sus héroes de solapa llena de medallas y condecoraciones pero pidiendo limosna por las calles, fueron temas que escogió para mostrar la descarnada realidad de los años 20' en Alemania.  


Mutilados de Guerra, con autorretrato,  1920
Este cuadro fue confiscado en 1937 y desde entonces está desaparecido, posiblemente 
destruído en Berlín en 1942.

La subida al poder de Hitler en 1933, hizo que Dix no pudiese volver a exponer. Además se le confiscaron 260 obras de colecciones alemanas, no sólo aquellas que fuesen críticas de alguna manera, sino también algunas "inofensivas", entre ellas algunos retratos. Parte de estas obras fueron vendidas en 1939 por el Ministerio de Propaganda en Lucerna; el resto, sería  quemado en el parque de bomberos de Berlín. 


El Cerillero, 1920



Prager Strasse, 1922

" Lo externo de las cosas es para mí importante, ya que con la reproducción de lo externo se capta el interior...La primera impresión es la verdadera, y debe conservar todo su frescor. Yo quiero ver solamente lo externo, el interior se da por sí mismo"



 Retratro del fotógrafo Hugo Erfurth con perro, 1926

 Así es como entendía su arte y de esa manera y dejándose llevar por los consejos que le dió el fotógrafo Hugo Erfurth (al que haría un retrato que se considera una obra maestra), realizó otros, magistrales, francos, realistas, en detalle  y sin idealización , en los que dominan las manos y el rostro de los retratados. Pintó la decadencia corporal y también los rasgos individuales así como las características típicas de la persona. 


Retrato sobre piel de leopardo, 1927




Retrato de la vendedora de arte Johanna Ey, 1924
Protectora de los artistas de Düsseldorf



Retrato de la periodista Sylvia von Harden, 1926



Retrato de la bailarina Anita Berber, 1925

Utilizó la técnica de las veladuras:  " Casi siempre hago un dibujo exacto del modelo, después lo paso a la tela y le doy pintura con el modelo presente. Después viene lo importante: pintar sin modelo".  Dix componía sus modelos con una exactitud arquitectónica. Hay un cierto "manierismo" en la composición de los personajes y en sus figuras alargadas. 


Retrato del pintor Ivar von Lücken, 1926

Y así llegamos al Tríptico de " La Gran Ciudad" realizado entre 1927 y 1928 que junto al tríptico de "La Guerra "( 1929) es su obra más monumental. En la primera, muestra  la estructura social de la República de Weimar, en un ambiente de clase adinerada.  



En el panel central , un grupo de mujeres, con plumas y joyas , en un ambiente de lujo, están atentas a un grupo de jazz que toca mientras una pareja baila . 


Panel central 

En el panel de la derecha, prostitutas de lujo se dirigen a ofrecer sus encantos mientras bajan unas escaleras. En la primera de ellas, Dix muestra el carácter de objeto sexual de la mujer, al  pintar las pieles y la capa roja simulando un sexo femenino . 


Panel de la derecha

En el de la izquierda, una calle adoquinada sirve de escena en la que una fila de mujeres pasa, sin darse cuenta, al lado del mutilado de guerra que  las saluda desde el suelo. Para crear este tríptico Dix, realizó bocetos, estudios previos, cartulinas en las que trabajaba con las proporciones exactas de la que sería la obra final, con temple y aceite. Los colores se mostraban transparentes y ello le gustaba enormemente.


Panel de la izquierda

Haremos mención también de su retablo en cuatro partes " La Guerra". ( 1929-1932). Éste recuerda un retablo medieval , una forma que utilizó Grünewald. En la izquierda , soldados en la niebla. En el centro, la batalla y sus terribles consecuencias...Dix no podía olvidar la guerra de trincheras. Fue un cronista del escándalo de la guerra a la que fue como voluntario como se ha podido adivinar. Los nazis requisarían la obra para incluirla en la Entartete Kunst. Dix fue despedido como profesor de la Academia de Dresde y se le prohibió exponer sus obras. Se le acusó de que "entre sus cuadros se encontraban algunos que herían profundamente la decencia del pueblo alemán y que además servían para promover el antimilitarismo en él". A partir de ese momento su situación se volvió peligrosa, incluso para su familia. Es el momento de la confiscación , de la venta y de la quema de sus obras como se comentó más arriba 



Panel central 


La Guerra

Dresde,  1929 - 1932

Dix pintó sobre la guerra hasta la extenuación: terminó escribiendo en su diario en 1915: " piojos, ratas, alambradas,chinches, granadas, bombas, cuevas, cadáveres, sangre, aguardiente, ratones, gatos , gases, cañones, suciedad, balas, morteros, fuego, acero, eso es la guerra. Una obra del diablo!!!"


Pequeño Autorretrato, 1913

Finalmente, los años 30 y 40 del siglo XX, fueron una etapa diferente en su obra , realizando pinturas que proyectarán la difícil vida por la que estaba pasando en aquellos momentos. Creó paisajes con las técnicas de veladuras: brillantez, intensidad, perfección técnica e impecable belleza , son los adjetivos que utiliza Eva Karcher para adjetivar estas obras. Los realizó para poder trabajar sin ser molestado. Miró hacia la obra de la Escuela del Danubio del siglo XVI de Albrecht Altdorfer y también, teniendo en cuenta a Caspar David Friedrich, el paisajista romántico. 






Autorretrato con paleta ante cortina roja, 1942

Un pintor entre los grandes

Toda la obra gráfica ha sido extraída de una búsqueda general en Internet. 

En cuanto a las obras de referencia utilizadas para realizar esta entrada citaremos: 

- Karcher , Eva: Dix, Editorial Taschen, 2010. De esta obra están extraídas todas las citas.  

- Lynton, Robert: Historia del Arte Moderno, Barcelona, 1988

- VV.AA: "Arte del siglo XX". Editorial Taschen. Barcelona , 2001





domingo, 1 de noviembre de 2020

El Genio de Cornelis Norbertus Gijsbrechts

 


La entrada sobre la obra de Cornelis Norbertus Gijsbrechts (Amberes 1630-1675) , es una de varias que estamos realizando, fijándonos en uno de los temas más queridos por el Barroco. Nos estamos refiriendo al desarrollo del ilusionismo pictórico del trampantojo, del engaño visual, que fueron tema recurrente durante el siglo XVII, ayudados por los estudios científicos de Niceron y Vries. Además de ser un gran pintor de los trompe'oleil de las naturalezas muertas, este autor flamenco, también se nos presenta como pintor de naturalezas muertas . 






Las obras que realiza "para engañar el ojo" están magníficamente tratadas y nos provocan para mover esa molesta cortina y poder ver mejor lo que tapa, o para darle la vuelta al cuadro y descubrirlo antes de ser subastado, o quizás abrir aquella vitrina , o poder recoger el cáliz que,  en un débil equilibrio parece que caerá de un momento a otro....  








Conchas, caracolas, instrumentos musicales, calaveras, pompas......Todo muestra la vanitas, la fugacidad de la vida... Las gotas de aquella clepsidra que, el poeta afirma, puede dejar caer la última, en cualquier momento. Espléndida obra 






Toda la obra gráfica ha sido extraída de Aquí