El padre de Ai Weiwei fue represaliado durante
la Revolución Cultural de Mao. Forzado a quemar sus libros, fue acusado de intelectual antirrevolucionario y condenado a limpiar letrinas. Actualmente, Ai Weiwei ha saltado a las primeras páginas de los periódicos. Está detenido bajo la acusación de problemas fiscales, sin que nadie sepa nada de él. Historia paralela a la de su padre que se repite, en su caso, por ser crítico, de pensamiento y obra (artística), con la realidad política y social de su país: China. El primer paso en la represión a la que está siendo sometido, fue derribar su taller de trabajo. El segundo, su detención, bajo cargos falaces. El motivo, para algunos analistas, forma parte de una campaña de represión que está llevando a cabo el gobierno chino para silenciar a disidentes, activistas, abogados y artistas, por miedo al contagio de las revoluciones que están teniendo lugar en el norte de África y Oriente Próximo.
La Unión Europea, distintas organizaciones y museos se han interesado por su paradero. Ai es activista, editor, arquitecto, diseñador, escritor, artista…y creador de un blog y una web cuyo contenido fue hecho desaparecer del ciberespacio por las autoridades. Es, por tanto, un polifacético creador que en los años
80’, en Nueva York, se empapa de
arte Pop al tiempo que fotografía sin descanso. Recurre también al irónico Duchamp al que homenajea en sus esculturas.
1995- Dejando caer un jarrón de la dinastía Han. Denuncia el uso que los países, y en particular el suyo, hacen de su patrimonio con fines turísticos.
Exchanges Flag Liverpool
Snake Ceiling
