La obra de Françoid Boucher ( París, 1703-1770), se enmarca de lleno en el estilo llamado Rococo. Este estilo significó, libertad, mucho colorido y encanto en el arte. Michael Levey, sin embargo, afirma que fue uno de los estilos más insignificantes de todos los que creó la Historia del Arte y que no podría haber sido, si antes no se hubiese desarrollado el Barroco. Diderot, uno de los creadores de la Enciclopedia junto a d'Alembert, arremetió sin contemplaciones contra Boucher.
Lo acusaba de falta de observación de la naturaleza, de la corrupción de la moral. Era un momento muy importante: el de "Las Luces", el de la Ilustración que puso en jaque a todas las ideas del Antiguo Régimen. Pero Boucher, únicamente seguía las pautas del movimiento Rococó y su gusto por lo asiático . En Francia, donde desarrolla su obra nuestro protagonista, la muerte de Luis XIV en 1715, la aparición en escena de Luis XV y el reinado de Madame de Pompadour marca el momento. El Rococó no buscaba llevar un mensaje religioso, moral o que fuese serio. Todo lo contrario, se buscaba lo decorativo, el movimiento heredado del Barroco, la sorpresa, lo erótico, lo banal...
Los dos grandes creadores franceses del momento serán Tiépolo y nuestro protagonista, Boucher. Centrándonos en él, diremos que su gran mecenas fue Madame de Pompadour, a cuya muerte , Boucher quedó "huérfano" y fue atacado más, si cabe, por Diderot. Lo que nos interesa recoger en esta pequeña entrada es la realización por su parte de una serie de cuadros basados en Oriente llamados Les Chinoiseries o chinerías.
Y es que Boucher se estaba haciendo eco de una tendencia que comenzó durante el Barroco y el Rococó y que siguió hasta la contemporaneidad influyendo a distintos artistas a partir de Monet. A partir de ese momento ya no se denominarían Chinoiseries. Esa tendencia se llamaría Japonismo. Tal como afirma David Almazán Tomás, la Chinoiserie tuvo su origen en el coleccionismo de objetos de lujo chinos ( realizados para la exportación) como la porcelana, los paneles y muebles lacados, los tejidos y los marfiles. Y mientras, en Occidente las cortes impulsaron factorías que imitaran estos objetos chinos.Los palacios se llenaron de piezas chinas y de las chinerías de imitación.
Monet: La Japonesa, 1875
Ejemplo de Japonismo en el que Monet, retrata a su esposa
vestido con un kimono y con preciosos abanicos que llenan el espacio.
Boucher fue nombrado Primer Pintor del Rey a partir de 1765 y realizó otro tipo de obras de las que nos ocuparemos en otra entrada.
Toda la obra gráfica es de François Boucher, excepto la última que es de Monet, es de François Boucher y ha sido extraída de esta página: Aquí
En cuanto a las obras de referencia hemos utilizado fundamentalmente dos:
- Levey, Michael: "Del Rococó a la Revolución". Ediciones Destino, Barcelona, 1998
- Artículo en línea de : Almazán Tomás, David: " La seducción de Oriente: de la chinoiserie al japonismo". Revista Artigrama, Universidad de Zaragoza. Nº 18, 2003. Aquí
Muy bonitas todas las pinturas, repletas de detalles (me imagino que porque pertenecen al estilo Rococó) y y colorido que las hace muy alegres e interesantes ya que hay muchas escenas ‘secundarias’, digamos, que entretienen y que apetece descubrir y observar con detenimiento. El tema chino es atrayente por lo exótico que debió de ser sobre todo en aquella época. Gracias Olga, me gustaron mucho :) 🌟💫 A
ResponderEliminarGracias a ti como siempre por dejarme tus acertados comentarios. Un beso grande :)
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