Leon Bakst: Autorretrato, 1906
Sí, lo fue. Leon Bakst fue un auténtico revolucionario en la producción de decorados y trajes para los ballets rusos, aunque también trabajó como ilustrador de libros, para poder comer, hasta que no alcanzó cierta fama.
Este judio ruso ( Bielorrusia 1866- París 1924), encontró la horma de su zapato con Sergei Diaguilev un hombre singular, visionario y carismático, empresario, fundador de los ballets rusos que supo ver, siendo un adelantado a su tiempo, a artistas sobresalientes con quienes podría llevar a cabo una unión profesional para crear todo aquello que bullía en su mente. Hablamos de ballet.
Decorados
Leon Bakst: Elisium, 1906 |
Leon Bakst: Les Femmes de Bonne Humeur
Leon Bakst: Le Dieu Bleu,1911
Diaguilev, necesitaría una entrada específica pues mucho se le debe, y la tendrá, quizás, en este blog. Sin embargo, me gustaría destacar aquí, únicamente, que no sólo trabajó con nuestro protagonista Leon Baskt sino también con Alexandre Benois y otros autores de vanguardia.
Gente como Braque, Matisse, De Chirico, Picasso, Miró, Juan Gris, Sert, la diseñadora Coco Chanel o escritores como Jean Cocteau. Músicos como Debussy, Ravel, Stravinsky, Satie, Manuel de Falla, Prokófiev, Rimski-Korsakov y coreógrafos como Fokine, relevado por Nijinsky más tarde, pusieron su talento al servicio del empresario.
Sergei Diaguilev a la izquierda sentado junto al genial Igor Stravinsky
Serge Lifar y Alexandra Danilova, mostrando la primera versión de los trajes que realizó Cocó Chanel en 1928 en la fotografía inferior. En la superior, podemos ver a Sergei Diaguilev, segundo por la izquierda junto a Lifar y otros bailarines de la compañía a la llegada a Liverpool durante una gira en el mismo año
De igual manera, dió oportunidades a distintos bailarines que terminarían convirtiéndose en primeras estrellas de la interpretación y de la coreografía: Nijinsky por supuesto, Fokine, ya citado, Balanchine, Ana Pavlova, Karsávina, Nijinska, Massine, Lifar...
Anna Pavlova
Tamara Karsávina Michel Fokine y Vera Fokina, en los papeles de l’esclave doré y Zobéïde, del ballet Schéhérazade (coreografía de Michel Fokine, vestuario de León Bakst, basado en la suite sinfónica Scheherazada, de Nikolái Rimski-Kórsakov). Museo Estatal Central del Teatro A. A. Bajrushin. Moscú. Circa 1914.
Como se ve, lo mejor de lo mejor.
La estética que se creó a través de la obra de todos estos artistas llegó al gran público que vió y supo que existía una forma diferente de hacer arte: eran las vanguardias de las primeras décadas del siglo XX.
Leon Bakst: Ida Rubistein como Istar, 1924
Leon Bakst: Vestido Moderno, Dione, 1910
Leon Bakst: Le Dieu Bleu, 1911
Volviendo a León Baskt, diremos que creó los escenarios y los trajes para “Cleopatra”; para el “Espectro de la Rosa” en la que el traje del principal bailarín, en ese momento Nijinsky, debía ser preparado sobre su propio cuerpo antes de cada representación;“Scherezade”; los motivos egipcios para Salomé; los griegos para “La Siesta de un Fauno”; para “Narciso”, para ”Dafnis y Cloe” y los bizantinos para la ópera "Borís Godunov", entre otros.
Leon Bakst: Traje para Cleopatra
Leon Bakst: Dibujo y traje sobre el cuerpo de Nijisky en "El Espectro de la Rosa" Leon Bakst: Dibujo para Narciso, 1911 Leon Bakst: Dibujo para Dafnis y Chloe, 1912
Bakst utilizó una explosión de color en cada uno de sus trabajos ( el dado a Scheherazade, por ejemplo, ha pasado a la historia como una de las escenografías más importantes del siglo XX) (1), explosión que mantendría en la plasmación de una gran sensualidad que junto a la especial querencia por lo oriental hizo que a principios del siglo XX en París, se extendiese la moda, entre la clase alta burguesa, por determinadas decoraciones exóticas que recordaban su forma de trabajar.
Leon Bakst: escenario para el ballet Scheherazade con música de Rimsky-Korsakov,
después de 1917 y debajo dibujos para trajes del mismo ballet
Además del exotismo que era una rareza en este momento y en este mundo
hay que unir en su trabajo la influencia de la corriente simbolista, así
como cierta pátina naif y la importancia de la línea que bordeaba los
contornos de sus dibujos.
Leon Bakst: Loiseau de feu para Tamara Karsavina
Leon Bakst: Le Dieu Bleu, la novia, 1911 al igual que la imagen que sigue
Con su mente, su creatividad y el empuje y sostén dado por el gran Diaguilev, Leon Bakst no dejó de crear obras maestras que nos han quedado hoy a través de sus imágenes, bocetos y los propios trajes que han pervivido en el tiempo como recordatorio de una época que fue increíblemente mágica y fértil para las artes y, especialmente, quizás, para la menos conocida o "popular" de ellas: la danza. Con la obra de Bakst os dejo.
Escenario para el Preludio a la Siesta de un Fauno, con música de Debussy, considerada una de las obras maestras de Bakst
Toda la obra gráfica de esta entrada ha sido extraída de Wikimedia Commons, esta página y esta otra.
En otros casos, el link que lleva a la imagen está debajo de ella.
En cuanto a la cita y la obra de referencia me he basado fundamentalmente en el libro de Ana Abad Carlés "Historia del ballet y la danza moderna" publicado en Alianza Editorial, excelente libro que recomiendo vivamente para aquellos que estén interesados en el tema.
Por último, os dejo el enlace de una grabación histórica ( 1965) en la que podréis ver al maestro Igor Stravinsky ( Enlace), ya anciano, dirigiendo a la New Philharmonia Orchestra tocando su propia composición: La Suite el Pájaro de Fuego de 1910.
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Preciosa entrada! Hace honor a ese genio que fue Léon Bakst.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana, por tu comentario y por tu magnífico libro que tanto me ha enseñado.
EliminarUn abrazo:)