La obra de Armand Albert Rateau ( 1882-1938) está íntimamente conectada con la de Jeanne Lanvin para quien diseñó distintos espacios en su casa, así como para los Rothschild o para la Casa de Alba. Su estilo se encuadra en el Art Déco que tan denostado fue en su momento y posteriormente.
Un estilo de diseño y decoración que se creó entre las dos guerras mundiales ( 1918-1939) y que lo impregnó todo en ese tiempo. Su nombre deriva de la Exposición de Artes Decorativas e Industriales celebrada en París en 1925 y se utilizó para describir distintas tendencias desarrolladas en el mundo del diseño en la época de entreguerras, como decimos. Frente al Art Nouveau en el que lo incurvado y los motivos florales lo eran todo, el Art Déco supuso todo lo contrario: los diseños serán abstractos y rectos, puros y limpios. Los objetos cotidianos sin recovecos van a contrastar con una vida terrible y con una realidad muy poco segura y siniestra.
Fue el estilo del momento del Jazz, del Swing , del Charlestón, de las Flappers, de Hollywood, de la quiebra de Wall Street y del crack de 1929. Fue la era del Fascismo. Un momento en que la gente sufrió mucho: se perdieron empleos, se hundieron bancos, se fueron al traste multitud de comercios. Dorothea Lang supo fotografiar, mandada por el gobierno estadounidense de Roosevelt, la quiebra que tuvo lugar en su país.
Bajo este paraguas, nace el Déco, un estilo moderno pero que tuvo muchas direcciones y fue, como dijimos antes, denostado porque se entendió ( para algunos autores) como puro ornamento, como el hermano pequeño y natural (bastardo: horripilante palabro) del Cubismo.
Los autores del Art Déco se vieron influenciados por distintas culturas, como la egipcia y la africana; fueron audaces al diseñar, y de nuevo para algunos autores fueron, parece ser, unos diseños muy criticables, aunque no entendemos muy bien la razón. Quizás porque al mismo tiempo estaban desarrollándose las vanguardias y en un momento de despegue del automóvil, del trasatlántico y del Imperialismo, el Déco servía para crear todo tipo de objetos y de espacios para la alta sociedad que buscaba el lujo y la elegancia, empapándose de tipologías que venían de lugares lejanos.
En esta ocasión queremos citar la obra de Armand Albert Rateau que está muy imbricada con la vida de Jeanne Lanvin, como dijimos al abrir esta reseña, para quien realizó múltiples piezas y cámaras enteras para su vivienda. En concreto los cuartos de baño que no solamente realizó a Lanvin sino también a la Casa de Alba en su palacio de Liria, piezas que fueron subastadas por la casa de subastas Christies en 2013 para que la familia pudiese tener liquidez. (1)
Rateau. Cuarto de baño del Palacio de Liria de Madrid. Fotografía publicada en Francisco Javier Pérez Rojas. Art Déco en España. Madrid. Cátedra, 1990. (2)
El arte oriental, lo clásico en su versión etrusca y romana, y el trabajo del bronce fueron sus rasgos definitorios
Este es el frasco de perfume Arpège, conocido como boule noire ( bola negra) creado por Rateau
para Lanvin. 1925
Este frasco de perfume, se dice, es una obra maestra del diseño art Déco que muestra una personalidad femenina diferente, alejada tanto de la personalidad "moderna" de la alta costura de Chanel y su Nº5 como del de la garçonne o la de sensualidad exótica de otros perfumes como Shalimar de Guerlain. ( 3)
Estas dos fotos corresponden a la publicidad del perfume de Lanvin.
El logotipo de la obra , de oro, colocado sobre el frasco esférico de color negro creado por Rateau, estaba basado en una fotografía: la de Lanvin agachándose para abrazar a su hija convertida en su musa.
Os dejamos finalmente con la reconstrucción del dormitorio del palacete de Jeanne Lanvin en Paris que fue creado por Rateau y demolido en 1965. Era el azul Lanvin el que lo impregnaba todo y que fue el sello de la diseñadora que derivaba, según ella mismo afirmó, de la paleta del pintor del Renacimiento Fra Angélico. El zócalo de la habitación fue creado con motivos de arabescos.