Su nombre proviene del que se le daba al guardián de un castillo que llevaba las llaves en una cadena atada al cinturón.
Por extensión y posteriormente, se denominó así a un colgante que se sujetaba al cinturón de la mujer pero también del hombre ( el de éstos tenían un sello y un reloj), con una placa en forma de gancho de la que colgaban varias cadenas cortas con pequeños objetos para uso doméstico. Se añadieron llaves, dijes o tijeras.
Los materiales utilizados fueron el oro pero también la plata o el acero y eran adornados con esmaltes, cuentas o jaspe.
Comenzaron a utilizarse en Inglaterra en el S. XVII, pero su popularidad creció en el siglo XVIII. De hecho, en algunos textos se afirma que fue una absoluta innovación de ese siglo en concreto. También del siglo XIX, momento en el que tuvieron únicamente fines utilitarios.
Sea como fuere nos parece un objeto digno de mención y más allá de su utilitarismo intrínseco, lo consideramos una joya especial y singular
La mayor parte de las imágenes han sido extraídas de una búsqueda general en internet o bien corresponden a los siguientes enlaces:
Con respecto a la obra de referencia, hemos utilizado :
- Montañés, Luis y Barrera, Javier: " "Joyas". Diccionarios Antiquaria, Madrid, 1987
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