Federico Beltrán Masses: Las Ibéricas, 1924
El color de los dulces sueños fue el azul , "el color simbólico por excelencia, inspirador de Rubén Darío y símbolo colorista del arte mallarmiano" (1) Además de las telas azules, los óleos de Federico Beltrán serán elegantes y realizados con una técnica perfecta.
Federico Beltrán Masses: Oillets Rouges
Federico Beltrán Masses: Granadas, 1929
Federico Beltrán Masses ( 1885, Guaira de Melena, Cuba - 1949, Barcelona, España) se movió entre el Simbolismo en la captación de una mujer sensual y arrebatadora, el Modernismo y el Art Decó; entre la pintura de un Anglada Camarasa o un Sert, la paleta de un Sorolla ( que fue su maestro) o el barroquismo de un Zuloaga. En su obra nos muestra un mundo de lujo, de ostentación, de artificio, de mujeres que , vestidas con trajes sensuales o directamente desnudas, están cargadas de sensualidad y erotismo.
Federico Beltrán Masses
Federico Beltrán Masses: Uno para todas
Hay en su obra también el tópico de la maja española pero renovada, ya que el deseo español tras el desastre de 1898 buscaba plasmar una nueva españolidad: primero, adoptando las características del simbolismo europeo del momento que la burguesía catalana, por ejemplo, va a utilizar para calmar sus ansias de modernidad y segundo, mezclando ese simbolismo, con las grandes corrientes nacionales como el tradicionalismo y el regionalismo. De ahí, el eclecticismo hispano (2)
Federico Beltrán Masses: La Maja Maldita, 1918
Federico Beltrán Masses: Mujer con chal español, 1925
Federico Beltrán Masses: La Maja Marquesa, 1915
La exposición de esta obra ( La Maja Marquesa) fue un auténtico escándalo. Muchos fueron los textos a favor y en contra del cuadro en el que se observa una mujer desnuda entre otras dos vestidas. El crítico de arte José Francés escondido tras el seudónimo de Silvio Lago, personaje principal de La Quimera de Pardo Bazán, exaltará en sus artículos a Moreau, Beardsley, Burne-Jones o William Morris., pero también fue el que hizo la más encendida defensa de Beltrán en la revista La Esfera, el 2 de octubre de 1915 refiriéndose a la obra, a su obra total, diciendo:
" ( La obra de Beltrán)...Es una exaltación de paganía y refinado intelectualismo. (...) Este joven maestro del arte español actual (...) nos libera de la vulgaridad cotidiana....Se le adivina la complacencia con que pinta y la deliciosa tortura con que piensa. (...) No parece un pintor español Ferderico Beltrán, pues no hallamos en él la tradición pesimista, seca, grave, austera- en el sentido de una austeridad enfermiza- que nos legaron nuestros pintores del siglo XVII, y que siguen considerando aún como únicas normas de belleza algunos de los artistas contemporáneos. (...) En Federico Beltrán se encuentra precisamente todo lo contrario: exaltación optimista, sensual complacencia de interepretar desnudos y paisajes espléndidos, y telas y joyas, y cielos encantados por la magia azul de las noches serenas".(3)
Federico Beltrán Masses: Salomé, 1932
Federico Beltrán Masses: Tanagra, 1914
Federico Beltrán Masses: El Rubí, 1929
Sumemos a estos personajes que llenan sus telas a personajes que sostendrán iconografías de la literatura oriental, o de la mitología griega, de la Biblia. Cuando vaya a París y a Venecia la alta burguesía, las gentes procedentes del cine, de la aristocracia, querrán ser pintados por él, lo que lo hace entroncar directamente con el que fue considerado como el pintor de la jet set del momento, Kees van Dongen, de quien tenéis una entrada en este espacio referido al Fauvismo, o un poco más atrás en el tiempo el llamado " el pintor de las señoras" , Giovanni Boldini que pintó con exquisited a las damas de la alta sociedad de su tiempo.
Federico Beltrán Masses
Federico Beltrán Masses: Lady Rothschild vestida de princesa egipcia
Federico Beltrán Masses: Marquesa Luisa Casatti, 1920
Federico Beltrán Masses: Lady Wellington Koo, 1934
Fue, pues, un cronista de la época y reyes como Alfonso XIII o el rey Jorge VI de Inglaterra, los marajás de Kapurtala, actores o actrices- Rodolfo Valentino y Pola Negri o Joan Crawford -la marquesa Luisa Casatti, fueron pintados por él, además de miembros de famosas sagas adineradas americanas como los Rothschild, los Morgan o los Forbes, así como lo miembros de los ballets rusos de Diaghilev y los escenarios de lejanas civilizaciones salidos de la pluma de Leon Bakst
Federico Beltrán Masses: Retrato de la bailarina Alicia Nikitina, 1929
Federico Beltrán Masses: Valentino, el Halcón Negro, 1925
Federico Beltrán Masses: Pola Negri y Valentino
Finalmente, comentaremos que tuvo un éxito inmediato entre la alta sociedad, que comienza a viajar como se ha comentado, que lo equiparan a un nuevo Zuloaga o a un Goya y que como comenta Manuel Mujeriego, esa faceta de pintor de buenas relaciones, mercantilista, que tiene contactos y que conoce a lo más granado de la sociedad le siguió toda su vida. Sin embargo, también aparecen las críticas en los años 20' en el que se habla de él como el pintor que muestra " la decadencia de la decadencia". (4)
Federico Beltrán Masses: Las Perlas, 1934
A finales de los años 40' , sus cuadros ya dejan de tener sentido en una España que está pergeñando el "Dau al Set", siendo sustentado por el régimen para mostrar al mundo la "modernidad" española.
Federico Beltrán Masses en su estudio
"Pinta Federico Beltrán como si soñara después de amar la vida" (5)
La obra gráfica de esta entrada ha sido recabada de multitud de sitios en la red con el único deseo de mostrar la obra de este pintor.
Se recomienda la visita a su página : http://www.beltranmasses.com/
En cuanto a las obras de referencia y las citas fundamentalmente se han utilizado tres textos:
-Cita nº 5- pág 22 en http://ddd.uab.cat/pub/llibres/1923/60008/fedbelmas_a1923.pdf . Texto de José Francés sobre la obra de Beltrán que pertenece al depósito documental de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Estupendo texto en línea al que pertenecen las citas:
1- pag.8
2- pág.2-3
3- pág.20-21
4-pág.28- Crítica de José Carlos Mariategui